26 de septiembre de 2010

Deseo, querer, contradicción; domingo.

Cuando la persuasión se intenta implementar por voluntad, es decir, porque realmente QUERES algo y ya no te quedan formas de pedirlo, se deja de llamar persuasión y se convierte en desesperación.

Convengamos que todos queremos que las cosas sucedan como nosotros queremos, a algunos les molesta tanto que se ponen insoportables para que sea como ellos quieren, otros se enojan muchísimo (como yo), otros simplemente se dejan llevar. Pero todos tenemos un querer, un ideal sobre tal situación.

Ya sea para una salida, para una relación, para un plan de vacaciones, para un ejercicio de matemática, una pagina web o lo que sea que amerite diferentes opiniones, y es GENIAL cuando el querer es en común.

Los domingos son una mierda loco, en serio son insoportables.

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